lunes, 21 de diciembre de 2015

CEJUEGO RECLAMA NORMAS MÁS FLEXIBLES Y ARMONIZADAS

En España, las reglas del juego cambian por comunidades y soportes. Según informa el medio online, "Inversión & Finanzas", con el mismo nivel de ingresos, los impuestos a los que hacen frente un salón o un bingo en Galicia poco tienen que ver con los de un establecimiento de iguales características situado en Andalucía. En el caso de comparar un local físico con otro virtual, las diferencias se vuelven abismales. Ante esta circunstancia, Cejuego, la patronal más importante del sector, reclama un sistema tributario más flexible y armonizado para impulsar una industria debilitada en los últimos años. Unas reglas más equitativas como apuesta contra la crisis de la industria. 

Con el objetivo de normalizar el sector y «abrir las puertas» de bingos y salones, un total de nueve empresas del sector (Grupo Acrismatic, Cirsa, Codere, Conei Corporación, Grupo D.C. Díaz Carbajosa, Egasa, Orenes Grupo y Recreativos Franco) se unieron hace un año y medio en una patronal que aglutina el 70% del mercado en España. El objetivo, normalizar la actividad del sector.

Desde una pequeña máquina en un bar a un gran casino, Cejuego cuenta con un gran catálogo de juegos, cada uno con sus propios botes. El mercado cuenta con distintas velocidades, diferentes «potencias» de juego donde los ingresos generados en cada servicio poco tienen que ver entre sí. La heterogeneidad del sector no finaliza aquí, ya que el juego privado cuenta en España con diecisiete regulaciones autonómicas y dos estatales, un hecho que provoca que cada región legisle de forma distinta sobre actividades idénticas.

Los juegos «online» se sumaron a esta compleja amalgama hace pocos años, con una legislación más flexible que el sector tradicional. Mientras en internet se ha producido un gran avance legislativo, existe una hiperregulación en juegos como el bingo. La tributación media del juego físico supera el 25%; en la modalidad online el promedio es del 10%. Además, la rama virtual cuenta con determinadas ventajas a las que la presencial no puede acceder, como la posibilidad de publicitarse.

La historia del juego en España ha estado repleta de las dificultades. Durante el franquismo estuvo prohibido y no fue hasta 1977 cuando un nuevo decreto autorizó la instalación de dieciocho casinos en España. Su actividad se regularizó hace casi cincuenta años, pero en todo este tiempo la opinión pública ha mantenido su recelo respecto a una actividad que fue obligada a permanecer, en muchos casos, alejada de las ciudades y sobre la que siempre ha planeado la sombra generada por una adicción tan peligrosa como la ludopatía.

Cejuego reclama un cambio legislativo. La patronal pide «flexibilizar y armonizar» su tributación, pasando a una sola regulación y rebajando la media impositiva hasta el entorno del 10%. «La legislación actual está asfixiando a muchos empresarios que han tenido que cerrar su establecimiento en los últimos años», afirma el director general de Cejuego.

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