La mayoría de apostantes no tienen un sistema. Juegan por impulso, por querencia o presentimientos y, normalmente, pierden mucho dinero a lo largo del tiempo. Una forma de intentar evitarlo es registrar un seguimiento de los resultados de sus apuestas. En otras palabras, hacer un seguimiento de los fondos que entran y salen de su cuenta de apuestas cada mes, y aplicar las matemáticas. En concreto, una simple ecuación:Y=X*Z.
Las ganancias de tus apuestas a medio y largo plazo pueden depender de esta sencilla operación matemática en donde la X representa las cuotas medias que la casa de apuestas ofrece y la Z representa el porcentaje de éxito en las previsiones de las apuesta. Pues bien, si el resultado de multiplicar la X por la Z (Y) es mayor que la unidad, serás un ganador a largo plazo. Si la Y es menor que la unidad, estarás perdiendo tu dinero.
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